El cambio climático provoca la pérdida de biodiversidad en nuestros océanos y mares.
Cuando hablamos de desiertos solemos imaginar extensas superficies de arena, con temperaturas extremas y en las que no hay agua. Pero, sobre la superficie terrestre existen también desiertos rocosos, de hielo, etc. Todos ellos ocupan, aproximadamente un cuarto de la superficie de nuestro planeta.
Sin embargo, son menos conocidos los desiertos oceánicos que vamos a conocer un poco mejor gracias a la recreación de realidad virtual que hemos preparado. Se caracterizan por la falta de vida que existe en ellos, debido a la baja cantidad de nutrientes que contienen, motivo por el que las especies marinas no pueden desarrollar con normalidad su proceso vital y los abandonan.
Casi el 70% de los océanos son desérticos y esta es una cifra que puede seguir aumentando de no revertirse la actual situación de emergencia climática que estamos viviendo. El calentamiento global del planeta y, consecuentemente de la temperatura de nuestros océanos; la contaminación; la sobrepesca y la entrada de especies invasoras son los principales motivos de esta desertización.
En el archipiélago español, al oeste de la isla de La Palma existe un desierto oceánico de más de 300.000 km2. En Canarias, un grupo de expertos está ya estudiando cómo frenar este impacto y reconducir la situación.