Dos meses del comienzo de la erupción del volcán de Cumbre Vieja
Cuando se cumplen dos meses de la erupción del volcán de Cumbre Vieja, y tras un período de relativa calma, hace unos días parece haber retomado con fuerza renovada su actividad. L@s científic@s afirman que hay signos que apuntan a una pérdida de energía pero, aunque esto puede marcar una tendencia, nadie se atreve a poner una fecha para su fin.
Entre tanto, el volcán de La Palma sepulta la economía de la isla. Hasta el momento, en fríos números, ha arrasado más de mil hectáreas de terreno, 2.200 edificaciones y se ha llevado por delante más 80 kilómetros de carreteras, además de otras redes de infraestructuras como las de agua o alcantarillado. Más de 7.000 personas han sido desalojadas, más de 3.000 hectáreas de cultivo han sido devastadas o cubiertas por la ceniza, 300 empresas han desaparecido bajo las coladas de lava y el 10% de la población está en paro desde que comenzó la erupción, el pasado 19 de septiembre. La ruina económica es evidente -los empresarios de la isla cifran en unos mil millones de euros las pérdidas- y los signos de fatiga y saturación de l@s palmer@s también, ahora alimentados por una nueva colada. Tanto que much@s de ell@s se han visto obligados a hacer sus maletas y a abandonar su tierra.
Pese a todo, son también much@s l@s palmer@s que resisten y necesitan que el volcán cese su actividad. Piden que las administraciones no se olviden de ell@s y hagan efectivas las ayudas para poder iniciar un nuevo comienzo que les permita normalizar su vida en la Isla Bonita. Pero también hemos visto la parte mejor del ser humano: hemos conocido ejemplos de solidaridad que quedarán para siempre en nuestra memoria.